lunes, 22 de noviembre de 2010

Flores de un día



Entrevisto a la hierba

Entregada, me absorbo

Entretanto, respuestas

Entrelazo tesoros


Entretengo sin prisa

Entresijos de otoño

Entretiempos de vida

Entrecortada. Y lloro


Entretelas, caprichos,

Entrepiernas calladas

Entrecruzo silencios

Entretejidos con calma


Marisa Lanca
(extraído del poemario "Jugando con las palabras")

martes, 16 de noviembre de 2010

Reflexiones de Repronto

Doctor Repronto anuncia su cuarta temporada.
Muy muy recomendable.
Más info aquí

jueves, 11 de noviembre de 2010

9 de noviembre

Atardecer en María de Huerva

9 de noviembre.
A veces, los días fríos nos traen atardeceres de colores cálidos.
Cecilia nos recordaba esta fecha en una canción de color violeta. Todavía hoy, resulta un tema precioso.


domingo, 7 de noviembre de 2010

"Santas" experiencias

Mi número preferido es el 16. Desde siempre lo ha sido. Pero cuando lo ponemos en romanos y se le añade delante "Benedicto", ya la cosa cambia. Se convierte en "papa". Y yo sólo (con tilde porque así lo aprendí) llamo "papa" (como palabra llana, no aguda) a mi padre, de toda la vida.
Otros le llaman además "su santidad". ¡Ja, menudo apelativo! Lo de santidad me parece algo que, por lo pretencioso, roza lo cómico. Santidad: cualidad de santo. Sustantivo inmaterial o impersonal. No es un santo..., es que engloba en sí mismo todas las cualidades de quienes lo son. ¡Acabáramos!
Y encima no es de todos, es sólo suyo. Pues para él; que él se lo guise y él se lo coma. Y a los demás que nos deje en paz con nuestra no-santidad, que vivimos más pobres pero medianamente felices con nuestros pecadicos de nada.

Ayer desayuné con Ratzinger en Santiago de Compostela. Hoy he comido con Ratzinger en Barcelona. Los telediarios me cuentan: "el Papa llega como un peregrino más a ganarse el jubileo" (¡¿?!). Veo al susodicho rodeado de señores de negro con casquete fucsia y una cara de felicidad indescriptible, niñas cantando emocionadas con la bandera española de insignia, señoras llorando porque ha sido la experiencia de su vida, en fin, escenas increíbles para mi espíritu aéreo.
Y así, yo me digo: Toda esta gente tan emocionada ¿se habrán preguntado alguna vez quién es ese señor realmente, por qué está ahí, qué ha hecho en su vida digno de relevancia, qué está aportando al mundo, por qué lo adoran y le piden una mirada o su mano al pasar por delante de ellos?
Reflexionen y actúen en consecuencia, por favor.

Por otra parte, tengo que apuntar que yo sí tuve una "santa" y "papal" experiencia en mi juventud. ¡Sí, sí! Fue con Juan Pablo II "te quiere todo el mundo".Pues véase que mi abuela Agustina tuvo la ilusión de ilusionarnos, invitándonos a mi hermana Belén y a mí a una visita a Zaragoza para ver al Papa en La Romareda. Por aquel 6 de noviembre de 1982 yo vivía en Alcañiz y tenía 15 años. Mi hermana y yo nos dejamos invitar, claro. ¡Quién despreciaba una visita en sábado a la capital del reino...!
Lo más emocionante que recuerdo de aquella experiencia fueron 3 cosas:
- mi primera incursión a la Romareda: un estadio inundado de gente perfectamente ordenada y distribuida, como si fuera un macroconcierto pero de día, sin estrella de rock y sin rock
- toda la avenida Fernando el Católico y Gran Vía con un río de personas mirando cómo caía del cielo una lluvia de papelitos brillantes y de colorines (creo, ¿o eran sólo blancos y rojos? no llego a tanto)
- y lo mejor de todo: aprovechamos para adquirir unos botines de ante último modelo (regalo de mi abuela), de esos que en Alcañiz todavía no habían llegado a las tiendas, ¡y lo que iban a flipar nuestras amigas al vérnoslos puestos!

Fíjate tú que experiencia más mística... Y eso que Juan Pablo II digamos que me caía bien.

Ahora, en la distancia temporal, pienso que sin duda habría cambiado todo eso por una visita al BV80, que por entonces estaba en plena ebullición, en la Magdalena. Ese día (lo he mirado en el libro "Noches de BV80") me habría encontrado actuando al teatral Colectivo Ancla, o tocando a los Container, y de público a los Aborígenes del Cemento, o a Bunbury, o a los Valdivia, a Gabriel Sopeña con Mauricio Aznar pidiendo fecha para su primer concierto allí, o a Jaime Ocaña con su grupo Stradivarius. Y seguro habría visto por primera vez al que ahora es mi compañero de vida, Valtueña, manejando todo el cotarro.

¡Eso sí habría sido una "santa" experiencia!



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...