sábado, 2 de abril de 2011

exiliada del mundo de las cosas útiles

Hoy me siento así, y me encanta. Exiliada del mundo de las cosas últiles.
Sólo lo que ya no es útil se convierte en único.
Esos objetos que ya no sirven para nada, el hacer algo sin ningún fin, eso que llaman perder el tiempo... para mí equivale a algo muy valioso: el principio de la creación, algo nuevo que va a surgir, una potencial transformación, la posibilidad del todo. De la nada, de la basura, de las pequeñas cosas, siempre termina naciendo algo verdaderamente genuino, sabroso, íntegro, concentrado, puro al fin.
¿Que no? Ya les digo yo que sí.
Y si no, por ejemplo, miren lo que ha salido de una tontería de reflexión en una tarde de sábado: una entradita corta en el blog que están leyendo, y que espero que les haya hecho pararse a pensar unos minutos. Un tiempo que han perdido. O que han ganado.
La culpa, realmente, la tiene Norberto Fuentes Poblador. Entren en su web, lean, miren y disfruten.

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