Hace días que me encuentro sumergida en una historia.
Me sobrevuelan algunas más, con las que voy cumpliendo y tachando así de mi agenda. Aunque, en realidad, nunca tacho nada en mi agenda. Es más, la mayoría de las veces apunto mis cosas "a toro pasado" (¿de dónde vendrá esta expresión?), simplemente para dejar constancia de lo que va ocurriendo cada día en mi vida.
La historia que me ocupa es un libro, un futuro libro. Acabo de transcribirlo de un cuaderno escrito a mano a mi ordenador. Algo costoso. Pero ya tengo experiencia en estas lides: lo hice con un libro de más de 1.000 páginas. Éste sólo tiene 150.
El autor es el mismo en ambos casos. Lo que cuenta esta vez es totalmente diferente. También me ha atrapado.
Ahora toca corregir, reestructurar un poco.
¡Es muy bueno, oigan! Muy muy atrevido. Será una bomba, no lo dudo ni un instante.
De momento, una pluma espera sobre el parquet.
Me sobrevuelan algunas más, con las que voy cumpliendo y tachando así de mi agenda. Aunque, en realidad, nunca tacho nada en mi agenda. Es más, la mayoría de las veces apunto mis cosas "a toro pasado" (¿de dónde vendrá esta expresión?), simplemente para dejar constancia de lo que va ocurriendo cada día en mi vida.
La historia que me ocupa es un libro, un futuro libro. Acabo de transcribirlo de un cuaderno escrito a mano a mi ordenador. Algo costoso. Pero ya tengo experiencia en estas lides: lo hice con un libro de más de 1.000 páginas. Éste sólo tiene 150.
El autor es el mismo en ambos casos. Lo que cuenta esta vez es totalmente diferente. También me ha atrapado.
Ahora toca corregir, reestructurar un poco.
¡Es muy bueno, oigan! Muy muy atrevido. Será una bomba, no lo dudo ni un instante.
De momento, una pluma espera sobre el parquet.
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