David Hockney
Narciso, enamorado de su hermosura, y Baco, anfitrión festivo hasta el infinito, son dos señas de identidad sagradas para los artistas. Como Narciso, el creativo suele ser vanidoso porque su trabajo es extraer belleza de donde nada hay, como reflejo de sí mismo. Pero, a menudo también, tiene la autoestima algo desmesurada, quizá como un escudo de protección ante un entorno que le es hostil. Cuando el ego se le dispara mucho, puede convertirse en una situación incómoda o irritante para los demás. Por su formación e intuición vive con intensidad, celebra la vida como Baco, llevándola al límite como si fuera su último día; necesita sentirse vivo: tiene la virtud de adaptarse a lo que posee –que suele ser más bien poco– pero vivirlo con gran intensidad. Ama y sufre con la misma pasión. Es un estupendo compañero de viaje, sentimental hasta la médula, infiel por naturaleza, amigo de sus amigos y sibarita de todos los placeres, incluso del de la mesa…
Personalmente también creo que la obra de un artista es siempre fiel reflejo de sí mismo. Imaginad, entonces, la personalidad de los autores de las obras que siguen a continuación. (Fotos realizadas en EXPO 2008. Zaragoza. M. Lanca)
Y ésta que capté en un instante no es la obra de ningún artista, pero me resulta "puro arte" el poder observar este personaje entre la multitud (y no es un fantasma). Mi visión personal.
Música para hoy:
Cuba, Cuba, Cuba... para un ventoso domingo de noviembre.
Si pillas la película homónima en dvd mejor que mejor