domingo, 18 de noviembre de 2012

Reflexión poshuelga


Artículo publicado en Heraldo de Aragón, sección 'Cartas al Director', sábado 17 de noviembre de 2012


Reflexión tras el 14N

Acudí puntual a la manifestación en Zaragoza. Huelga General. ¿Que si hice huelga yo? Pues no, oiga, no me fue posible. Sencillamente porque no hubo lugar: la empresa donde trabajaba me mandó al paro justo antes de la primavera.
Me gusta mucho observar a la gente y pensar que puedo adivinar lo que siente. La anterior manifestación, contra los recortes, fue una protesta más bien festiva: mucha gente joven, papás y mamás con sus niños, aplausos y vítores a los bomberos, aparecieron las diferentes mareas de color blanco, verde, naranja; todo era complicidad, saludos, alegría. Y es que se notaba que la mayoría de los manifestantes eran funcionarios y, probablemente, su 'primera vez'. El sol brillaba y el optimismo también.
La multitud del pasado miércoles, por el contrario, asemejaba más bien un entierro. Las caras de la gente, con una seriedad y tristeza que apabullaban, contagiaban un mensaje escrito en la mirada: 'Estamos jodidos' o 'El presente es negro y el futuro no tiene ni color'. Me pareció una metáfora del entierro de la democracia con una plegaria de espíritus unidos para revivirla. Pensé que la 'mayoría silenciosa' había salido a la calle y continuaba silenciosa de pura desesperación.
Reconocí a bastantes personas, de diferentes sectores. Y los vi ahí, como yo, muy preocupados, con una frase martilleando en su cabeza: ¿Cómo cojones se arregla esto? De repente, oí comentar a un padre de familia: 'Así no nos escuchan'. No digo más.


Marisa Lanuza Cabañero
María de Huerva

sábado, 10 de noviembre de 2012

Poemas para noviembre I


Todo un ejemplo

Él dice, ella asegura,
él achaca, ella echa en cara,
él fija condiciones
y ella elude responsabilidades.

Ellos saben, pero hacen como si no.
Se diría que se quieren.
Cualquiera les consideraría
seres afines e íntegros,
pareja complementaria,
común entre la mayoría.


Ella se extiende,
él reivindica,
ella se escuda en sus verdades
y él no contempla las posibilidades.

Ellos se quieren, pero hacen como si no.
Se diría que lo saben.
Cualquiera valoraría
su sentido del ser y de estar,
los tendría como naranja completa,
marido y mujer,
ejemplo de felicidad.


[Marisa Lanca
Poemas para noviembre]

¿Quieres escucharlo de mi propia voz?
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