Ayer asistí a un concierto maravilloso. Era por una causa solidaria y también por amistad con el protagonista. El resultado final podría haber sido: bueno, vale, normal, ya está, a otra cosa mariposa. Pero al salir reconozco que me sentía feliz.
La sala estaba a reventar. El público tranquilo y sonriente. Joaquín Carbonell fue desgranando sus canciones con sencillez y nosotros comiendo las guindas una a una, saboreando, relamiéndonos y con el deseo constante de pecar con otra más.
Me pregunto cuál es la clave de este artista para que consiga cautivarme. Tiene una voz potente y suave a la vez, sus canciones son una perfecta conjunción de letra y melodía (es un muy buen cantautor), se rodea de músicos excelentes (un magnífico Philippe Charlot a la guitarra y otras cuerdas y voz acompañante, Jean Luc Fabre al contrabajo, Hugo de "Bogus Band" con los teclados y Gran Bob de "Vinos Chueca" a cargo de la percusión y la armónica; colaboraron en algún tema la solista cubana Ámbar Martiatu, la artista francesa Valerie y el cantautor Ricardo Igea). Y, además, Joaquín es un tipo que cae bien.
Sí. Ya lo sé. El secreto está en la naturalidad.
Y es que lo natural es lo que vale, lo que permanece, lo que queda, lo que finalmente triunfa.
Por eso también me gusta tanto el ilustrador que descubrí el día 3 de febrero gracias a Google, que recordaba ese día el 116 aniversario de su nacimiento. Considerado el mejor ilustrador americano y uno de los mejores de la Historia, Norman Rockwell refleja como nadie la naturalidad, lo cotidiano, el poder decir "las personas y las cosas son así".
Y lo digo naturalmente: me chifla.
Para empaparse un poco del tema véase la entrada que le dedicaron en este blog [marta mira alrededor]
Me pregunto cuál es la clave de este artista para que consiga cautivarme. Tiene una voz potente y suave a la vez, sus canciones son una perfecta conjunción de letra y melodía (es un muy buen cantautor), se rodea de músicos excelentes (un magnífico Philippe Charlot a la guitarra y otras cuerdas y voz acompañante, Jean Luc Fabre al contrabajo, Hugo de "Bogus Band" con los teclados y Gran Bob de "Vinos Chueca" a cargo de la percusión y la armónica; colaboraron en algún tema la solista cubana Ámbar Martiatu, la artista francesa Valerie y el cantautor Ricardo Igea). Y, además, Joaquín es un tipo que cae bien.
Sí. Ya lo sé. El secreto está en la naturalidad.
Y es que lo natural es lo que vale, lo que permanece, lo que queda, lo que finalmente triunfa.
Por eso también me gusta tanto el ilustrador que descubrí el día 3 de febrero gracias a Google, que recordaba ese día el 116 aniversario de su nacimiento. Considerado el mejor ilustrador americano y uno de los mejores de la Historia, Norman Rockwell refleja como nadie la naturalidad, lo cotidiano, el poder decir "las personas y las cosas son así".
Y lo digo naturalmente: me chifla.
Para empaparse un poco del tema véase la entrada que le dedicaron en este blog [marta mira alrededor]
1 comentario:
Excelente crónica,a Joaquin lo escuchamos tambien en Buenos Aires y estamos esperando pronto una nueva visita,,,
Saludos Marisa,muy buen blog,,,,
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